La madre de un juvenil ideó el proyecto y la Municipalidad de Olarte, el club Recreativo Unión y la empresa Fenikks lo realizaron.
AMBIENT
La ola de los rooftops verdes
Las terrazas se están transformando en huertas sostenibles. Esta tendencia se dedica a cultivar un futuro más saludable y convertir los paisajes urbanos en ecosistemas vivos.
Está comprobado que los rooftops agroecológicos pueden captar hasta 50 toneladas de CO2 anualmente en áreas urbanas [Imagen], por Ecoosfera.
En medio de las grandes ciudades, los techos de las terrazas comenzaron a florecer, cambiando su color de gris a verdes. Los rooftops convertidos en espacios de cultivo agroecológico están transformando las metrópolis en oasis ecológicos. Esta tendencia cambia el uso del espacio urbano y plantea nuevas formas de producción y consumo local, que impulsan un impacto positivo en las comunidades.
Agroecología en las alturas
Desde Buenos Aires hasta Ciudad de México, pasando por Bogotá y Lima, las terrazas agrícolas son las nuevas soluciones para la producción de alimentos en entornos urbanos. Estos espacios sirven como sistemas productivos para aprovechar cada centímetro disponible en los techos de edificios, con cultivos que incluyen hortalizas, hierbas aromáticas, plantas medicinales y hasta frutas.
La agricultura en rooftops se distingue por emplear técnicas que evitan el uso de fertilizantes químicos y pesticidas, priorizando métodos orgánicos que respetan la biodiversidad. De esta manera, producen alimentos más saludables y reducen las emisiones de carbono asociadas al transporte de productos.
El poder transformador de las terrazas de cultivo
En el Barrio 20 de Buenos Aires están desarrollando un proyecto de terrazas de cultivo que se convirtió en todo un modelo. En un evento reciente, el chef Donato De Santis preparó un almuerzo comunitario con ingredientes de la huerta local. Más de cien personas disfrutaron de pizzas frescas, mientras recibían bolsones con verduras orgánicas y jabones ecológicos hechos a partir de aceite reciclado.
Este tipo de iniciativas mejoran la calidad de la alimentación, fomentan la educación ambiental y fortalecen los lazos sociales. Las terrazas urbanas ofrecen talleres y cursos que capacitan a los habitantes en prácticas agroecológicas, empoderándolos para replicar estos modelos en sus propios hogares.
Un modelo para toda la región
La agroecología en rooftops está lejos de ser una moda pasajera. Con más de 2.500 ejemplares proyectados en algunas terrazas, la capacidad de producción puede alcanzar hasta 1.100 kilos de alimentos por año en un solo espacio de 55 m². Este tipo de resultados es escalable y adaptable a diferentes contextos urbanos, lo que lo convierte en una solución prometedora para otras capitales de la región.
En CDMX lograron transformar edificios gubernamentales y centros culturales en verdaderos centros de producción sostenible, con iniciativas similares. Por su parte, Bogotá impulsa proyectos de agricultura urbana que abastecen a los mercados locales y contribuyen a la seguridad alimentaria en barrios vulnerables.
De la teoría a la práctica, el detrás de las huertas en las alturas
Carlos Briganti, conocido como "El Reciclador", es uno de los pioneros en esta tendencia en la Ciudad de Buenos Aires. En su terraza de 60 m² en el barrio de Chacarita, cultivó entre 400 y 500 kilos de alimentos durante el invierno, todo sin el uso de fertilizantes químicos. Además. lidera el colectivo "El Reciclador", que promueve la creación de huertas comunitarias y defiende los espacios verdes urbanos, con el fin de fomentar la producción local y la conciencia ambiental.
Por otro lado, en el barrio de Villa Lugano, los vecinos de la Villa 20 transformaron una terraza de aproximadamente 150 m² en una huerta agroecológica. Desde entonces, se organizan para cultivar y cosechar, con la promoción del trabajo en equipo y la educación ambiental, mientras aprovechan el espacio urbano para producir de manera sostenible.
Otra notable iniciativa se encuentra en la ex villa Rodrigo Bueno, donde un grupo de mujeres inmigrantes fundó la huerta "Vivera Orgánica" en 2017. Este proyecto produce especies nativas y alimentos agroecológicos.
En un plano más institucional, el gobierno argentino implementó una huerta agroecológica en la terraza de la Casa Rosada. La misma produce alrededor de 60 kilos de verduras orgánicas anualmente, abastece el comedor del edificio y sirve como modelo de buenas prácticas para la creación de más techos verdes y huertas urbanas en edificios públicos.
Desde 2017, la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, cuenta con una huerta orgánica en su terraza [Imagen], por Agustín Domínguez Prieto.
Beneficios
Además de la producción alimentaria, los rooftops verdes cuentan con múltiples beneficios ambientales. Actúan como filtros naturales de contaminantes, mejoran la calidad del aire y contribuyen a la regulación térmica de los edificios, porque reducen la necesidad de aire acondicionado y calefacción. Estas medidas disminuyen el impacto ambiental de las ciudades y, a su vez, representan un ahorro económico significativo. En términos sociales, fortalecen la educación ambiental al sensibilizar a las personas sobre la importancia de prácticas sostenibles en su vida diaria.
Estudios del Instituto de Ecología de la UNAM revelaron que los rooftops verdes pueden reducir hasta un 30% el consumo energético en edificios, al mejorar la eficiencia térmica [Imagen], por Ecoinventos.
El auge de los rooftops agrícolas en las capitales latinoamericanas representa un cambio de paradigma en la relación entre las ciudades y el ambiente. Al transformar techos en espacios productivos, se maximiza el uso del territorio, por la mera promoción de un modelo de vida más consciente y respetuoso.
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