En América Latina, el crecimiento urbano avanza a un ritmo imparable y los senderos verdes surgieron como soluciones para sus periferias. Estas rutas, que integran la naturaleza con las áreas urbanas, promueven la sostenibilidad y representan un esfuerzo por equilibrar el desarrollo con la preservación, mediante un acceso a espacios verdes que fomentan el bienestar, la movilidad activa y el compromiso ambiental.

Espacios de conexión natural

En ciudades como Medellín, la implementación de senderos verdes en áreas periféricas transformó espacios antes marginalizados en corredores vivos. Varios proyectos como los parques lineales dieron vida a riberas y quebradas. Ahora, los habitantes pueden caminar, andar en bicicleta o simplemente disfrutar de un entorno más limpio. Estos espacios regeneran la biodiversidad, mejoran la calidad del aire y reducen el estrés urbano, una repercusión muy positiva.

En Ciudad de México implementaron iniciativas como el Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca, la cual logró hacer de sus antiguos corredores ferroviarios rutas arboladas que conectan colonias de la periferia con el centro de la ciudad. Este tipo de proyectos son un respiro frente al caos urbano y demuestran cómo las intervenciones estratégicas pueden reconciliar el pasado industrial con un presente más verde.

Un respiro para el planeta

Los senderos verdes mitigan, en parte, los efectos del cambio climático al actuar como corredores ecológicos, ayudan a la captura de carbono, el enfriamiento natural de las ciudades y el control de inundaciones. En países como Brasil, dónde pusieron en marcha el proyecto de recuperación de áreas verdes en las periferias de São Paulo, se reforestaron miles de hectáreas, y de esa forma muchas especies nativas encontraron refugio mientras los habitantes disfrutan de un entorno renovado.

Otro caso emblemático es el de Lima. Con los “ecobulevares” se enfocaron en áreas secas y vulnerables al clima extremo. Con la plantación de vegetación adaptada al entorno y promoviendo el uso eficiente del agua embellecieron el espacio y mejoraron la resiliencia urbana ante fenómenos climáticos adversos.

Inclusión y movilidad

Los senderos verdes también son una herramienta poderosa para la inclusión social. Muchas de estas rutas atraviesan comunidades que antes estaban aisladas del resto de la ciudad. Al crear infraestructura accesible, se promueve la movilidad activa, sin depender del transporte motorizado.

En Santiago de Chile, el proyecto Mapocho 42K ilustra cómo un sendero puede conectar a comunidades diversas a lo largo de un río, promoviendo tanto la recreación como el transporte sostenible. De manera similar, en Buenos Aires, la Reserva Ecológica Costanera Sur, es un ejemplo de cómo las áreas verdes pueden acercar a los ciudadanos a la naturaleza sin salir del entorno urbano.

Las opiniones de quienes los disfrutan

Parque Lineal Ferrocarril de Cuernavaca (Ciudad de México, México)
En TripAdvisor, los visitantes mencionan que es un lugar excelente para caminar, andar en bicicleta o relajarse, destacando la abundancia de árboles que lo hacen un espacio fresco y agradable. En Google Reviews, se resalta su accesibilidad, siendo ideal para disfrutar de un ambiente tranquilo con áreas para descansar y apreciar el paisaje.

Parques Lineales y Corredores Verdes en Riberas y Quebradas (Medellín, Colombia)
Los usuarios en TripAdvisor aprecian la integración de la naturaleza en las áreas periféricas de la ciudad, lo que permite disfrutar del entorno mientras se camina o se pedalea. En Google Reviews, se destaca la restauración de estos espacios, siendo ideales para desconectarse del ruido urbano y disfrutar de un entorno natural.

Cicloparque Mapocho 42K (Santiago de Chile, Chile)
En TripAdvisor, los usuarios elogian el diseño ecológico del cicloparque, que conecta varios parques de la ciudad. En AllTrails, se resalta su aporte al transporte sostenible, mencionando que es un sendero perfecto para recorrer a pie o en bicicleta, promoviendo la movilidad en la ciudad.

Ecobulevares con Vegetación Adaptada (Lima, Perú)
En Google Reviews, los ecobulevares reciben elogios por haber transformado espacios secos en un entorno más verde y resiliente gracias a la vegetación adaptada. Los usuarios de TripAdvisor también destacan cómo este proyecto mejora el paisaje urbano, haciendo que la ciudad sea más habitable y agradable.

Proyecto de Recuperación de Áreas Verdes en Periferias (São Paulo, Brasil)
Los visitantes en Google Reviews mencionan que la reforestación ha transformado áreas periféricas en parques hermosos que benefician tanto a los residentes como a la fauna local. En TripAdvisor, se destaca el esfuerzo ecológico para la mejora de la calidad del aire y la creación de espacios naturales accesibles para las comunidades.

Reserva Ecológica Costanera Sur (Buenos Aires, Argentina)
En TripAdvisor, los usuarios elogian los caminos y senderos bien cuidados, con mesas, sillas y bancos para descansar. En AllTrails, la calificación promedio de 4.7 estrellas resalta la tranquilidad del lugar, siendo un perfecto escape del bullicio de la ciudad.

^{Más allá de su impacto ambiental, estas rutas representan una oportunidad para repensar el diseño de las ciudades, de manera que se priorice la naturaleza con la vida cotidiana [Imagen], por Tripadvisor.}

Mirando al futuro

El éxito de los senderos verdes en las periferias urbanas de América Latina demuestra que es posible transformar espacios olvidados en soluciones sostenibles y funcionales. Sin embargo, para que estas iniciativas prosperen, es esencial garantizar su mantenimiento a largo plazo y fomentar la participación activa.

En cada rincón del continente, los senderos verdes muestran un futuro más armónico y equilibrado. Al caminar por estos espacios, se recorre más que un sendero: se transita hacia una nueva forma de habitar nuestras ciudades.

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