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AMBIENT
Waysted, reciclaje sobre ruedas
En un mundo donde la contaminación es una problemática compleja, un grupo de jóvenes peruanos encontró una forma creativa de transformar desechos en oportunidades. La innovadora empresa fabrica skates ecológicos, aborda el problema del plástico en las calles de Lima y promueve un modelo de negocio que respeta al ambiente. La producción tiene un enfoque sostenible y cultural local, que los posicionó como un modelo en reutilización de materiales.
[Imagen], por Andina.
Con una propuesta innovadora y un compromiso ambiental claro, Waysted es una referencia de la reutilización de residuos plásticos en Perú. Esta empresa, fundada en 2017 por Javier Kanashiro, Mario Spelucín, Julio La Torre y Franco Trujillo, fabrica skates a partir de tapas de botellas plásticas y componentes de baterías de autos. De esta manera, crean tablas resistentes y funcionales para recorrer las calles limeñas. La iniciativa es un aporte muy importante para usar creativamente uno de los residuos más contaminantes e incentivó una cultura de reciclaje, que demuestra que el cambio es posible.
Una idea transformadora
Todo comenzó con cuatro amigos, unidos por su pasión por el skate, el surf y el cuidado ambiental. Este grupo se dio cuenta de la magnitud del problema de la contaminación por plástico en Lima y movidos por ello, decidieron crear un producto único en el país, un skateboard hecho de plástico 100% reciclado. Desde el inicio, sabían que este proyecto tendría grandes desafíos, pero la determinación los llevó a realizar pruebas y cometer errores hasta lograr el resultado deseado.
La producción
El proceso de fabricación de los skate comienza con la recolección de los materiales. Esta primera tarea es posible por la colaboración de recicladores de Ate y Huachipa, quienes proporcionan los componentes plásticos necesarios. Estos elementos, triturados y listos para su transformación, son luego mezclados con compuesto de alto impacto obtenido de baterías de autos, que aporta una resistencia clave para la estructura del skate. La mezcla está conformada en un 60% de plástico de baterías y 40% de tapas, un balance óptimo entre flexibilidad y dureza.
Los materiales procesados se inyectan en moldes industriales. Cada seis meses se produce un lote de 500 skates o más, dependiendo de la demanda. El producto final es duradero e incorpora detalles culturales en su diseño, como el uso de motivos incaicos.
Compromiso sostenible
Cada skateboard de Waysted es el equivalente a la cantidad de plástico que una persona promedio desecha en un mes. La combinación de plástico de tapas y baterías permite un producto de calidad comparable a otras opciones en el mercado, con precios muy competitivos. No están diseñadas específicamente para trucos complejos, pero cumplen con creces su objetivo de ser una alternativa ecológica para quienes buscan desplazarse por la ciudad.
El uso de plástico reciclado en productos como los skates no fue una idea aislada. Estos jóvenes emprendedores continúan su exploración para realizar nuevas aplicaciones de los materiales recuperados, en la búsqueda de innovar en el ámbito de la sostenibilidad. Entre sus proyectos adicionales, comenzaron a fabricar cobertores flotantes para reservorios de agua en la industria agrícola, con el objetivo de prevenir la contaminación hídrica, así como a elaborar madera plástica que puede ser utilizada en la producción de muebles y otros artículos.
Aspiraciones y expansión
Desde sus inicios, Waysted creció en el mercado local y la visión de una expansión internacional, por parte de sus fundadores, es un hecho. El sueño máximo es que el producto trascienda fronteras, en representación de Perú, y lleve su mensaje a nuevas personas. Además, experimentan con nuevos artículos hechos a partir de plástico reciclado, como productos biodegradables, con los que buscan diversificar su oferta.
Con el respaldo de Bioincuba de la Universidad Cayetano Heredia y financiamiento de Innovate Perú, optimizararon su modelo de negocio y mejoraron su proceso de producción. La alianza les permitió consolidarse como un emprendimiento de impacto social y ambiental, con el objetivo de que sus productos puedan ser competitivos y transformadores.
Uno de los aspectos más significativos de Waysted es su compromiso con las comunidades de recicladores urbanos. Ellos desempeñan un papel crucial en la cadena de suministro de materiales plásticos y muchas veces pasan desapercibidos. Sin embargo, la empresa lo valora y se esfuerza por retribuirlo. Con este enfoque hacen funcionar el proyecto y promueven una economía circular.
[Imagen], por Juntoz.
Waysted representa un cambio en la manera de ver el reciclaje. Estos jóvenes emprendedores demostraron que la basura puede convertirse en un recurso valioso. Con los valores de sostenibilidad en cada etapa de su creación y productos identitarios de Perú, buscan inspirar a más personas a apostar por un futuro donde cada material tenga un propósito renovado.
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