AMBIENT
¿Monstruos de concreto o símbolos de una era?
El brutalismo llegó, con colosos de hormigón, para dominar el paisaje latinoamericano. Un estilo que nació de la modernidad y desafió la belleza arquitectónica convencional.
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno se levantó sobre grandes pilares dándole el aspecto de una mesa gigante [Imagen], por InfoBae.
El brutalismo arquitectónico irrumpió con fuerza a mediados del siglo XX en el paisaje urbano mundial. En Latinoamérica, este estilo adquirió una resonancia particular, convirtiéndose en un vehículo para la expresión de la modernidad. Construyó edificios, redefinió ciudades, plasmó ideologías y generó intensos debates sobre la forma urbana.
Ejemplos icónicos latinos
El antiguo Banco de Londres y América del Sur, hoy Banco Hipotecario S.A., se ubica en la céntrica esquina de Reconquista y Bartolomé Mitre, en Buenos Aires. Diseñado por el estudio SEPRA con Clorindo Testa, este edificio de los años 60 es un destacado ejemplo del brutalismo argentino. La imponente fachada de hormigón armado, con su compleja geometría, busca integrar el edificio al espacio público, como una plaza cubierta. Esta innovadora concepción ha generado debates sobre su estética austera y su relación con el entorno histórico de la ciudad.
Banco de Londres y América del Sur, hoy Banco Hipotecario S.A. [Imagen], por Marcelo Gardinetti.
La Biblioteca Nacional Mariano Moreno, ubicada en Buenos Aires, es otra obra maestra de la arquitectura brutalista en Argentina. Diseñada por los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga, su construcción se extendió a lo largo de décadas y fue inaugurada en 1992. Cuenta con una imponente estructura de hormigón armado, formas geométricas audaces y una sensación de solidez y monumentalidad.
El Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco, México (1964), diseñado por Mario Pani, fue un ambicioso proyecto que buscaba solucionar el problema de la escasez de vivienda en la Ciudad de México. El conjunto incluye numerosos edificios de apartamentos, escuelas, mercados y áreas verdes. La escala monumental y el uso extensivo del hormigón lo convierten en un ejemplo destacado del estilo.
Por su parte, el Centro Simón Bolívar, Caracas, Venezuela (1950s), diseñado por Cipriano Domínguez. Las torres, construidas en hormigón armado, dominan el centro de Caracas y simbolizan el poder y la modernidad del país.
El Edificio de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), Santiago de Chile (1966), diseñado por Emilio Duhart. El edificio se caracteriza por su forma curva, su uso del hormigón expuesto que se integra con el paisaje. Este es un símbolo de la cooperación internacional en la región.
Por último, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo (FAU-USP), Brasil (1961-1969), diseñada por Vilanova Artigas y Carlos Cascaldi. El edificio se caracteriza por su estructura de hormigón expuesto, sus grandes espacios abiertos y su integración con el paisaje. Es considerada una obra maestra de la arquitectura moderna.
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de São Paulo [Imagen], por Archdaily.
Características clave
El brutalismo en Latinoamérica compartió muchas de las características clave del movimiento internacional. La monumentalidad es una de ellas. Los edificios son de gran escala, dan una sensación de solidez, poder y permanencia. Esto se buscaba para expresar la importancia de las instituciones públicas o para crear hitos urbanos que simbolizaran el progreso. El uso del hormigón en bruto es otro atributo distintivo. La textura y el color son elementos estéticos en sí mismos. La expresión de la estructura también es fundamental. Vigas, columnas y muros de carga se muestran abiertamente, en lugar de ocultarse detrás de revestimientos. Esta transparencia estructural enfatiza la funcionalidad y la racionalidad del diseño. Finalmente, las formas geométricas simples, como cubos, cilindros y pirámides.
Muchas veces, estas construcciones se adaptaron a las condiciones climáticas y culturales de la región. Los arquitectos utilizaron elementos de protección solar, como celosías y voladizos, para mitigar el calor y la luz intensa. También incorporaron elementos de la arquitectura vernácula, como patios y jardines interiores, para crear espacios más agradables y conectados con la naturaleza.
Orígenes y filosofía
El término "brutalismo" deriva de la frase francesa "béton brut", que significa "hormigón crudo". En Latinoamérica, encontró un terreno fértil en el contexto de la modernización y la industrialización. Los arquitectos buscaron crear estructuras auténticas y funcionales. Estos proyectos buscaban mejorar las condiciones de vida de la población, promover la educación. El estilo se extendió rápidamente por todo el continente, desde México hasta Argentina, para dejar un legado arquitectónico diverso y significativo.