AMBIENT
La sostenibilidad y el deporte pueden ir de la mano, y crear un futuro más prometedor para las nuevas generaciones [Imagen], por Freepik.
Juventud Alianza de Despeñaderos, un club de barrio en Córdoba, Argentina, transformó su cancha de básquet utilizando un material insólito: dos toneladas de tapitas de gaseosas recicladas. Este proyecto ecológico se convirtió en un faro de innovación y conciencia ambiental, que demuestra cómo la colaboración comunitaria puede materializar sueños.
El club Juventud Alianza de Despeñaderos, ubicado a unos 50 kilómetros de la capital cordobesa, enfrentaba un desafío común en muchos clubes de barrio como la necesidad de mejorar sus instalaciones con recursos limitados. El gimnasio, con un antiguo piso de mosaico de granito de 40 años, presentaba un riesgo de resbalones para los jóvenes deportistas. La idea de un parquet flotante se presentaba inalcanzable económicamente. Sin embargo, la directiva del club encontró inspiración en las redes sociales. Vieron que el club Atenas había instalado una cancha de material plástico para sus categorías formativas, lo que encendió la chispa de una solución innovadora y ecológica. Se contactaron con la empresa y descubrieron la propuesta de las tapitas recicladas, una alternativa que no implicaba un desembolso de dinero por parte del club.
La iniciativa se gestó bajo el proyecto Ecosport, enmarcado dentro del Programa Fondos Juventud y Acción Climática. El objetivo es fomentar proyectos que unan el desarrollo juvenil con acciones concretas para mitigar el impacto ambiental. La propuesta de las tapitas encajaba perfectamente con esta visión, con el requerimiento de la recolección de aproximadamente dos toneladas de plástico para fabricar las placas encastrables del nuevo piso. La meta de recolectar la cantidad necesaria parecía ambiciosa, pero la comunidad de Despeñaderos demostró un compromiso extraordinario.
La campaña de recolección de tapitas se extendió por todo el pueblo de Despeñaderos. Tres kilos de tapitas equivalen a un metro cuadrado. El esfuerzo necesario para cubrir los 32x18 metros de la cancha fue significativo. Durante seis meses, se volcaron en la causa con el aporte de bolsones de plásticos. La participación activa de los jóvenes fue fundamental. Los chicos de las categorías U13, U15 y U17 del club se encargaron de separar las tapitas por colores, una tarea contribuyó al proyecto e inculcó valores de trabajo en equipo y conciencia ambiental. Una vez fabricadas las placas, los propios jugadores se encargaron de colocarlas. 
Para lograr el objetivo se recolectaron un aproximado de 1728 kilos de tapitas [Imagen], por By - Utopía Urbana.
El proyecto en Juventud Alianza mejoró las instalaciones deportivas del club, promovió valores esenciales como la sostenibilidad, el trabajo en equipo y la conciencia ambiental entre los jóvenes de la comunidad. "Fueron camiones enteros llenos de tapitas, las llevamos a la fábrica en Córdoba y en una semana teníamos el piso listo", afirmaron desde dentro. Una clara evidencia de la eficiencia del proceso. 
Así quedó la nueva cancha del club Juventud Alianza de Despeñaderos [Imagen], por Cityenlinea.
El nuevo piso deportivo representa un avance para la institución y un ejemplo inspirador de cómo las pequeñas comunidades pueden generar un impacto positivo a través de la innovación y la colaboración. Los jugadores de básquet del club ahora disfrutan de una superficie nueva y ecológica para sus entrenamientos.
La inauguración oficial de la cancha se produjo a fines de abril, con la presencia de una figura emblemática del básquet argentino, Héctor "Pichi" Campana, quien apadrina la flamante cancha.
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