GASTRONOMÍA

¿Cómo se celebra el Día del Café en Latinoamérica?

Vamos al grano, tu elección te delata. Expresso, cortado, mocha, machiatto, miles de combinaciones y un mismo ritual.

Portada de ¿Cómo se celebra el Día del Café en Latinoamérica?

Posibilidades para todos los gustos ¿Cuál elegís?

Por Agustin Dominguez Prieto

Última actualización el 2 de octubre de 2025

Hoy se celebra el Día Internacional del Café, y en las ciudades latinoamericanas la fecha no pasa desapercibida. Más que una bebida, es un pulso cotidiano. El que enciende las mañanas, acompaña las conversaciones callejeras y se convierte en excusa perfecta para frenar la rutina acelerada.

Refugios urbanos

En barrios atravesados por el grafiti y la música callejera, las cafeterías funcionan como refugios culturales donde artistas, estudiantes y trabajadores encuentran un punto de encuentro. Esa taza humeante conecta mundos. De la finca a la mesa, de la calle al mural, de lo íntimo a lo colectivo.

El sello de cada ciudad

Cada ciudad imprime su sello en la forma de tomar:

  • Bogotá: se impone el tintico.

     
  • Buenos Aires: el cortado es el código de bar de barrio.

     
  • Ciudad de México: el café de olla mantiene viva la tradición con piloncillo y canela.

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Los baristas, guardianes del aroma y la textura, transforman cada grano en una experiencia que despierta los sentidos y conecta culturas a través de la taza.

Diferentes versiones

Espresso: café concentrado, base de la mayoría de preparaciones, servido en pequeña cantidad.

Ristretto: versión más corta e intensa del espresso, con sabor más concentrado.

Lungo: espresso alargado con más agua, menos concentrado y más suave.

Americano: espresso diluido con agua caliente, ideal para quienes prefieren suavidad.

Doppio: doble espresso, para un sabor más intenso y potente.

Macchiato: espresso “manchado” con un toque de leche espumada.

Cappuccino: espresso con partes iguales de leche vaporizada y espuma cremosa.

Latte: café con abundante leche vaporizada y una fina capa de espuma.

Flat White: similar al latte, pero con menos espuma y más densidad de café.

Mocha: café con chocolate y leche, ideal para los que prefieren dulzor.

Affogato: espresso servido sobre helado de vainilla, mezcla café-postre.

Café cortadito: espresso con un chorrito de leche, típico en Cuba y Argentina.

Café cubano: espresso muy dulce, con azúcar batida en crema, fuerte y compacto.

Café turco: café molido finísimo hervido con agua y azúcar, muy aromático.

Café griego: similar al turco, espeso y servido en taza pequeña.

Café irlandés: café con whisky y crema, combina bebida y licor.

Café jamaicano Blue Mountain: café de origen exclusivo, suave y aromático.

Una nueva ola

Lo interesante es cómo las nuevas generaciones lo resignifican, buscan sabores distintos, exploran orígenes y hacen del café un símbolo de identidad urbana.

Por su parte, los baristas jóvenes experimentan con métodos alternativos y, al mismo tiempo, rescatan la raíz de un grano cultivado en la región desde hace siglos. El resultado es una escena donde cada sorbo tiene historia y futuro.

Un buen café, arte en la taza y la calidez de los pequeños detalles.

En Street Art Latam ya nos adentramos en este universo. Desde recorridos por cafeterías de autor hasta miradas sobre cómo se fusiona con la vida urbana. Este día nos recuerda que detrás de cada taza hay un paisaje, una comunidad y una narrativa que atraviesa las calles que habitamos. Porque al final, el café no solo despierta: también conecta.

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