DEPORTES

El freestyle, la otra cara del fútbol

En este deporte el balón se convierte en una extensión del cuerpo y la habilidad pasa a ser un arte. Se originó en las calles y obtuvo un reconocimiento global, por su notable capacidad para transformar movimientos técnicos en expresiones artísticas. Las competencias internacionales inspiran a jóvenes de todos los rincones del planeta a dominar el balón y expresar su creatividad sin límites.

Portada de El freestyle, la otra cara del fútbol

Ricardinho Chahini, durante la final mundial del Red Bull Street Style 2018 [Imagen], por Red Bull Mx.

Por Agustin Dominguez Prieto

Última actualización el 21 de octubre de 2024

En el mundo del fútbol, hay una disciplina que cautiva tanto a aficionados como a expertos: el freestyle. Este arte deportivo combina destreza y estilo en movimientos impresionantes, donde cada acrobacia y trucos son una manifestación técnica sublime. Los practicantes dominan el balón con precisión y lo convierte en una extensión natural del cuerpo. Cada giro, voltereta o truco revela un dominio absoluto que desafía las leyes de la física. 

La competencia mundial

El freestyle obtuvo una notable relevancia en el panorama competitivo. A medida que este estilo único se consolidó, eventos internacionales de renombre como el Red Bull Street Style se posicionaron como escenarios clave y ofrecen a los freestylers la oportunidad de exhibir sus destrezas por el título de mejor del mundo. En estas competiciones, los atletas muestran su dominio sobre el balón y cautivan al público con una mezcla de trucos innovadores y una expresión personal que transforma el fútbol en una forma de arte en movimiento. 

Freestylers destacados

Son varios campeones internacionales que dejaron una marca en el deporte. Séan Garnier, el primer campeón del Red Bull Street Style en 2008, fue un referente desde el principio. Su habilidad para realizar trucos innovadores, como el Pen Spinning Trick y el Air AKKA, fue inspiradora. Andrew Henderson, desde el Reino Unido, dominó con más de seis títulos mundiales y un estilo inconfundible.

Por su parte, Ricardinho Chahini, de Brasil, con su velocidad y precisión, llegó a la escena tras campeonar en el Super Ball en 2017 y el Red Bull Street Style en 2019. Su capacidad para ejecutar combinaciones rápidas y complejas sentó un nuevo estándar en la competencia. 

La lucha por el reconocimiento y la creación de nuevas oportunidades

A pesar de su creciente popularidad, la disciplina aún enfrenta desafíos en términos de reconocimiento global. Muchos países aún no integraron completamente esta forma de arte deportivo en sus estructuras oficiales, lo que limita su desarrollo y expansión. Sin embargo, en diversas comunidades alrededor del mundo, la pasión por el freestyle impulsa cambios significativos.

En muchas ciudades, se establecieron escuelas y programas dedicados a la formación de talentos. Estos espacios proporcionan entrenamiento especializado en técnicas de freestyle. Al fomentar el desarrollo de habilidades técnicas y creativas, estas iniciativas empoderan a los jóvenes y ofrecen nuevas oportunidades.

Además de los entrenamientos y competiciones locales, la creación de espacios dedicados ayuda a construir una red de apoyo y un sentido de comunidad entre los practicantes. Estos centros también juegan un papel crucial, como una contribución a su reconocimiento y legitimación en el ámbito global.

El fútbol freestyle adquiere mayor terreno en el escenario global, porque demostró ser mucho más que una serie de trucos con un balón. Es una forma de arte y una disciplina que desafía las convenciones, mediante una nueva perspectiva sobre el fútbol y el potencial humano. 

Paola Díaz se dedicaba al fútbol once, pero tuvo que abandonarlo por problemas económicos. El freestyle llegó a su vida para no abandonar el deporte [Imagen], por Cartel Urbano.