ARTE URBANO

La revolución del arte itinerante

Las galerías nómadas proponen una manera diferente de experimentar las obras, liberándose de los espacios fijos. Estas propuestas resultan verdaderas experiencias dinámicas, que se adaptan a cada nueva ubicación y público.

Portada de La revolución del arte itinerante

El frente del CCK, contó durante 22 días con la obra “La escultura de los sueños”, de Marta Minujín [Imagen], por Adrián D’andrea.

Por Agustin Dominguez Prieto

Última actualización el 2 de diciembre de 2024

El mundo del arte evolucionó más allá de los confines físicos y las limitaciones de las galerías tradicionales gracias a la aparición de galerías itinerantes. Estas iniciativas llevan el arte a contextos variados y salen de lo convencional. 

Una de las innovadoras iniciativas es No Man’s Art Gallery, que se destaca por su enfoque audaz. Nacida en Amsterdam, comenzó como un proyecto “falso” en línea, ideado por la joven estudiante de leyes Emmelie Koster y se convirtió en un fenómeno global. Se mueve constantemente, y ya organizó exhibiciones en ciudades como Shanghái, Bombay y Hamburgo. En cada destino, la galería recluta a artistas locales y crea una mezcla que resuena con coleccionistas. Incluso, algunas exposiciones llegaron a realizarse en completa oscuridad, sumergiendo a los espectadores en un viaje sensorial.

La propuesta de Amy Smith-Stewart rompió con la tradición de las galerías convencionales de Nueva York. Después de una carrera en instituciones tan prestigiosas como el MoMa PS1, decidió abandonar el espacio físico para llevar el arte directamente a la gente, organizando exposiciones itinerantes en lugares inesperados. La naturaleza casi secreta de sus exhibiciones, que tuvieron lugar en sitios emblemáticos como el Socrates Sculpture Park y el Noguchi Museum, añade un elemento de sorpresa y anticipación. Esta capacidad de adaptarse y transformar cualquier espacio la posicionó como una figura prometedora.

Argentina no se quedó atrás y se sumó a la tendencia, con uno de sus centros culturales más importantes, el CCK. Este promueve exposiciones a lo largo y ancho de sus ocho pisos que van cambiando cada mes. Además, expandió su alcance más allá de las paredes del edificio. Es así que democratizan el acceso a la cultura y generan un mayor conocimiento del arte contemporáneo. 

Al moverse de una ciudad a otra, de un país a otro, estas propuestas crean conexiones interculturales, permiten descubrir nuevos talentos y ofrecen experiencias artísticas que van más allá de la contemplación pasiva. El arte se convierte en un acto de descubrimiento continuo, donde cada nueva exposición es una invitación a explorar lo desconocido, a dejarse sorprender y a participar en una experiencia que se transforma constantemente.

En la sala de “negativos encontrados” armaron un sector con fotos tamaño carnet iluminadas [Imagen], por Adrián D’andrea.

The Pool NYC es otro exponente del arte itinerante. Fue fundada por Fabrizio Moretti, Viola Romoli y Luigi Franchin y sin sede fija recorre el mundo desde 2009. Cada exposición se adapta al contexto cultural y geográfico de la ciudad anfitriona, lo que permite que la galería mantenga su relevancia y conexión con un público global. Este enfoque flexible y dinámico que le permitió crear una plataforma única para artistas emergentes y establecidos, ofrece una experiencia artística que es tan fluida y cambiante como el mundo en el que se mueve.

Es evidente que surgió una nueva tendencia global que refleja un cambio cultural y artístico profundo. En una sociedad donde la movilidad y la conectividad son pilares esenciales, la capacidad para poder acceder al arte es más valorada que nunca. 

También en la sala de “negativos encontrados”, se expusieron un conjunto de cámaras de fotos de antaño [Imagen], por Adrián D’andrea.